Translate

lunes, 31 de agosto de 2015

Centrales nucleares de generación eléctrica

Centrales nucleares de generación eléctrica


 Son las que menos contaminan cuando funcionan dentro de las estrictas normas que organismos internacionales de seguridad han establecido al efecto, ya que no emiten compuestos químicos que contaminen la atmósfera, las aguas o las tierras, como ocurre con las centrales termoeléctricas. Pero por otra parte, estas centrales crean el difícil problema de qué hacer con los residuos altamente radioactivos que su operación genera, al tener que extraerse y darle algún destino no peligroso al “combustible” nuclear ya agotado (es decir, que ya no puede dar más energía térmica) en el reactor. Los materiales radiactivos son peligrosos porque sus emisiones son altamente penetrantes y descomponen los tejidos vivos, desencadenando tarde o temprano tumores cancerosos. Además, el lapso de nocividad es muy largo, aunque se atenúa a través de los años. A los residuos radiactivos se los suele encapsular en contenedores especiales de acero y otros materiales, que garantizan su estanqueidad por mucho tiempo. El problema surgirá -¿de aquí a siglos, milenios?- cuando los recipientes se perforen por acción química o sean aplastados por movimientos tectónicos, y esos materiales comiencen a derramarse e incorporarse a la tierra, las aguas e incluso la atmósfera. Aún cuando se resuelva ese problema, quedan todavía otros dos de remota pero no imposible ocurrencia: a) que se pierda el dominio del reactor en operación por fallas en los dispositivos de control, provocando un masivo escape de material radiactivo a la atmósfera, que normalmente terminará depositándose en la tierra y las superficies de agua, sometiendo quizás a numerosas poblaciones a su letal efecto. Pero también es cierto que mientras miles de grandes centrales termoeléctricas e hidroeléctricas han estado contaminando sin pausa el medio ambiente de diversas formas -e inclusive han protagonizado catástrofes con la pérdida de miles de vidas- durante mas de cuatro décadas de operación hasta sumar centenares de centrales atómicas hoy en operación en muchos países (dos de ellas en Argentina), un accidente de esta gravedad ocurrió una sola vez (Chernobyl, Ucrania, se dice que con consecuencias catastróficas); b) que materiales fisionables sean substraídos de las centrales y luego utilizados por terroristas para la fabricación de armas nucleares de destrucción masiva, sean ellas bombas termonucleares o dispositivos que dispersan esos materiales altamente radiactivos sobre vastas áreas pobladas.

Fuentes:http://www.iae.org.ar/archivos/educ1109.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario